Normalmente me cuesta escribir, razón por la cual no actualizo a menudo, pero creo que hay veces en que la mente te lo pide porque lo necesita. En mi caso sólo siento verdaderas ganas de escribir en momentos de tristeza o de felicidad intensas (lo que no quiere decir OS, malpensados ¬¬). Y sí, los instantes de frikismo cuentan como felicidad extrema jaja. Las anteriores entradas estaban más enfocadas a lo segundo, pero la de hoy es algo más melancólica ;)
Os hago primero un resumen de lo que ha pasado desde Enero hasta ahora.
En Navidad debería haber estado estudiando para los exámenes del primer cuatrimestre de enfermería: Medico-Quirúrgica, Fisiopatología Médica, Fisiopatología Quirúrgica, Materno, Infantil y Nutrición. En lugar de eso, me dediqué a disfrutar de mi pareja, familia y amigos. La verdad, no me fue nada mal; fui estudiando cada uno de los exámenes en el tiempo que tenía entre uno y otro, y de ese modo aprobé las 6 asignaturas con notas entre 8 y 9.
Las prácticas, sin duda, han sido lo mejor del año. Me tocó en la Unidad de Lesionados Medulares, a mí sola! cuando casi todos mis compañeras/os iban con alguien...Por si no fuera poco, las enfermeras resultaron ser unas arpías disfrazadas de curanderas, cuyo único objetivo era acabar pronto el trabajo para ir a tomarse un café o pasarse por "oxigenoterapia" (a purificar sus pulmones con tabaco) ¬¬ Lo pasé mal un tiempo por ellas, pero terminé apreciando la unidad por los pacientes que, al ser crónicos, veía todos los días. Son enfermos con una fuerza de voluntad enorme, y eso me animaba a mí también a continuar. De este lugar destaco sobre todo a One, un enfermero que sí que se preocupó por mí y que era un tanto peculiar jaja. Me acordaré siempre de una extracción que hizo en la cual estaba yo presente y olvidó quitar el compresor del brazo (la goma verde que se coloca para oprimir el flujo sanguíneo) antes que la aguja. La sangre empezó a salir a presión y manchó su uniforme, el suelo, la cama y el pijama del paciente (milagrosamente me libré xD). Lo mejor fue que cogió un algodón, lo restregó por el suelo con una rapidez admirable, puso cara de psicópata (cabe añadir que su apariencia ayudó bastante, porque el pobre es bizco y jorobado) y soltó: ¡¡¡Ya no queda rastro!!! Tuve que contener la risa delante del paciente, que no parecía divertirse tanto jaja.
Después de estar en Lesionados Medulares, pasé por la UCSI (Unidad de Cirugía Sin Ingreso), donde los pacientes estaban apenas unos minutos, les operaban, se quedaban una o dos horas más y se iban :O Al menos aprendí a poner vías para quirófano ;)
Por último pasé dos meses en Ginecología. Fue el sitio que menos me gustó, pero también aprendí mucho de curas. Os copio un trozo de mi valoración final de prácticas (algún día os pondré un diario reflexivo entero):
"En definitiva, estoy feliz por haber terminado las prácticas, pero también lo echo de menos ahora que sé que pasaré el verano sin poder visitar el hospital y a los pacientes.
En cuanto al personal sanitario, ha habido de todo: enfermeras que disfrutan con su profesión e intentan enseñarte todo lo que saben, y enfermeras que realizan su trabajo de forma rutinaria y no se molestan en contribuir a tu formación. Igualmente agradezco haber tratado con ellas, para tener ejemplos de cómo no quiero ser en un futuro."
Las prácticas las tengo aprobadas a pesar de la anteríor crítica xDDD. Subo una foto de mi último día en Lesionados Medulares, con Onésimo y las auxiliares (las cuales son maravillosas):
Y bueno, en referencia también a los estudios, pedí la Beca Séneca a Sevilla de 2011, para poder estar más cerca de mi novio. Una pena porque se muda a Valencia, con lo cual he renunciado a esa beca y también a la posibilidad de irme de Erasmus a Italia.
El resto sigue más o menos igual; sólo alguna que otra novedad:
• He conseguido la certificación de italiano de Nivel Básico por la Escuela Oficial de Idiomas (llevo estudiando allí dos años). En Septiembre empiezo 1º de Intermedio.
• Tengo que estudiar para Septiembre porque a pesar de tener aprobado todo el segundo curso, me quedan dos asignaturas de primero!! :(
• Me he apuntado a Jugger, un deporte poco convencional pero que ha conseguido enamorarme, ya que es una mezcla de rugby y batalla campal con armas (L).
• He estado de viaje por Sevilla (para visitar a Callum) y Bélgica (ver entrada anterior).
• He adoptado un punto de vista más positivo acerca de la vida, gracias a mi hermana y sus influencias del budismo. Ya visualizo y esas cosas xDDDDDD.
Siento que el compendio haya sido largo, pero 7 meses no se resumen tan fácilmente jaja.
AHORA CABE HACER UNA DE ESAS PAUSAS QUE TANTO LE GUSTAN A JOHAN PARA IR AL SERVICIO :P
Realmente después de todo el rollo que acabo de soltar no sé si seré capaz de reflexionar, pero bueno, voy a intentarlo.
He cortado con mi pareja, con la cual llevaba casi un año. Las circunstancias (que no voy a contar aquí, obvio) me han hecho replantearme muchas cosas acerca del amor.
Primero: ¿Qué causas son suficientes para provocar una ruptura? Muchas personas opinarán que la infidelidad es una razón contundente, aunque algunas otras serían capaces de perdonar esto. Yo soy de las que creo que cuando se llega a ese punto ya no vale la pena seguir. Valoraría el arrepentimiento, sí, pero la sensación de decepción hacia el ser querido me acompañaría siempre y no podría continuar. Y en caso propio la traviesa amiga Culpabilidad haría de las suyas, de modo que el desenlace sería el mismo.
La confianza es otro de los pilares inestables que componen la relación. Una simple mentira puede enviar al traste toda su arquitectura, y ello deriva en celos, que a su vez, son otro motivo por el que muchas parejas fracasan. En una pareja NO deberían haber celos, y no me sirven de nada los argumentos como: "Si te quiere debe tener un mínimo de celos"; ¿Perdón? Si te quiere confía en ti y no teme que ocurra nada. Eso sí, tampoco se le puede pedir a otra persona que no tenga celos si se le miente de forma asidua. Se trata de que la sinceridad refuerce día a día la confianza. ¿Cuánta sinceridad? Eso ya es a gusto de cada uno, pero al final todo termina por saberse, así que yo prefiero decir todo lo que pienso aún corriendo el riesgo de que a alguien le siente mal.
La situación más triste pero también más necesaria por la cual se debe terminar una relación es sin duda que se haya dejado de querer al otro. Y esto hace que surja una nueva pregunta: ¿Cómo sabes cuándo has dejado de querer? Yo nunca sé realmente cuándo he llegado al punto sin retorno, y eso me ha pasado factura...Con esta relación he comprendido muchas cosas, pero sobre todo que cuando algo se ha roto no puedes repararlo, únicamente puedes enmendar los pedazos, pero tarde o temprano terminará por romperse de nuevo. Quizás esto suene demasiado a los típicos postulados de Murphy, catastrófico y desesperanzador, pero es mejor que la frustración y los intentos fútiles por solucionar algo irremediable. Obligarse a querer a alguien es casi tan absurdo como no darse cuenta de que ya no lo haces.
A mi me cuesta también discernir entre el cariño y el amor. ¿Qué se considera amor realmente? A día de hoy sigo sin saberlo, porque he vivido sensaciones muy distintas y no sé cuál debo considerar amor en sí. ¿El hecho de estar totalmente cegado por alguien se pude considerar amor? Yo creo que es una percepción de idolatría que además va unida a una pérdida de control sobre ti mismo, porque sólo vives por y para Él/Ella. Sí, es un bonito, no lo niego, y te hace sentir más vivo que nunca, pero al fin y al cabo es un modo de dependencia y estoy en contra de las parejas que llevan un estilo dependiente (ya sea por parte de uno o por ambos). También he vivido otro tipo de impresión, que es cuando estás a gusto al lado de alguien, le tienes aprecio y confianza y esa persona te lo tiene a ti, pero no sientes ese fervor del que hablábamos antes que te quema por dentro (ya sea porque no lo has sentido desde el principio o porque se ha ido esfumando). Esta forma de querer es más sana, quizás menos platónica, pero también menos obsesiva y dependiente. Entonces, ¿Qué es amor, lo primero o lo segundo? Y si es lo primero, ¿Va pues siempre unido a una vinculación emocional tan fuerte? ¿No hay un término medio en el cual se pueda experimentar algo así de intenso por alguien y a la vez mantener la independencia? Parece difícil la verdad. Yo pienso que cuando intentas ser muy independiente te vuelves más insensible. Pero lo que está claro es que eso es una forma de auto-protegerte, de ser menos vulnerable y, por tanto, también conlleva que te pierdas muchas cosas. Hay que ser independiente pero en su justa medida. También el extremo opuesto es peligroso, porque la subordinación hacia otro hace que cedas a sus peticiones. Si algo he aprendido es que no se debe cambiar por nadie, porque así se pierde tu esencia. Una cosa es que yo hoy haga algo por ti y tú en otra ocasión me lo devuelvas, y otra muy diferente que las exigencias de uno de los miembros de la pareja estén siempre por encima de las necesidades del otro.
En fin, he divagado tanto que ya no sé a dónde quería llegar xDD. ¿Dependencia o independencia? ¿Punto medio? Y mejor todavía, ¿Afecto o devoción? ¿Se pueden conseguir también ambos, o sentir uno u otro estará supeditado a nuestra propia actitud?
Saludos de la reina demente. XOXO. Jajaja (me hacía ilusión Johy ;P).
Dejo también alguna foto del viaje a Sevilla:
Gracias por esa semana Cal ^^
